Cuántas veces nos hemos preguntado ¿cuál es el propósito de mi vida?. Este tipo de preguntas también pasan por la mente de nosotros quienes creemos en Cristo como Señor y Salvador. La historia que encontramos en la Biblia y la cual deseo compartir hoy con ustedes nos da una luz sobre uno de los propósitos que tiene Dios para con nosotros sus hijos.
La historia puede ser leída en 2 Reyes 7:3-9
El pasaje que nos ocupa hoy es la historia que narra el sitio o toma de Samaria. Por esta razón se desató una gran hambruna que llegó a ser vendida una cabeza de asno por ochenta piezas de plata y la cuarta parte de un cab de estiércol de paloma por cinco piezas de plata. 2 reyes 6:24-25.
Era tal el hambre que una mujer animó a otra para que matara a su hijo ese día para comerlo y que el siguiente día comerían el de la otra mujer. Bueno, comieron al primer hijo y al siguiente dia la otra mujer escondió a su hijo para salvarlo. Al escuchar esta desgracia el rey de Israel rasgó sus vestidos y prometió cortar la cabeza del profeta Eliseo.
Eliseo sabía que el rey había enviado un mensajero para lograr sus propósitos, y al llegar Eliseo profetizó: “Mañana a estas horas valdrá un siclo el seah de flor de harina, y un siclo dos seahs de cebada, a la puerta de Samaria”. 7:1
Un príncipe que se encontraba en el lugar dijo: “si Jehová abriera ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así?” a lo cual respondió el profeta: “tu lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello”.
a. La ciudad: En la ciudad la situación produjo hambre, muerte, inflación e inseguridad en el rey de acuerdo a los versículos 25 al 29 de 2 Reyes 6.
b. Los leprosos: Eran excluidos dentro de la sociedad debido a su condición de salud. Eran objeto de prejuicios y discriminación, a la vez que eran considerados como la llaga de la sociedad civil y religiosa.
¿Qué pasó con los cuatro leprosos que se encontraban allí a la puerta de la ciudad? Y ¿qué podemos aprender y aplicar a nuestra vida hoy, a la iglesia y al ministerio como creyentes en este siglo XXI?
1. v.3-4 Los leprosos evalúan su situación presente y descartan la posibilidad de sobrevivir en la ciudad. Ellos desean hacer algo para vivir y toman la decisión de moverse en una aventura de fe.
2. v.5 Los leprosos actuaron decididamente y viajaron de noche hacia el campamento Sirio.
3. v.6-7 Durante el anochecer Dios actuó e hizo que los Sirios huyeran.
4. v.8 Los leprosos suplieron sus necesidades personales.
5. Reconocieron su egoismo.
6. Perdonaron a sus prejuiciadores.
7. v.10 Regresaron a la ciudad y anunciaron la buena noticia.
Mateo 24:14 dice que será predicado este Evangelio del Reino en todas las naciones y luego vendrá el fin. El Evangelio es la buena noticia de predicar a Jesucristo como Unico y Suficiente Salvador. Dios nos llama hoy para que hagamos como los leprosos.
- Evaluemos nuestra situación presente
- Actuemos decididamente
- Veremos a Dios actuar en forma sobrenatural: “…y estas señales seguirán a los que creen…”
- Nuestras necesidades serán suplidas
- Debemos reconocer nuestro egoísmo
- Debemos perdonar a nuestros prejuiciadores
- Debemos anunciar la buena noticia a todas las naciones y hacer a Dios más famoso en medio de los pueblos.